El 24 de abril, sobre las 08:30 de la mañana, dejamos los coches en Valgañón e iniciamos la ruta a "Torocuervo (1.934 m.)".
Iniciamos la ruta por el barranco del Bañadero, hasta llegar al refugio Ibaya, desde el cuál, ascendimos al Alto de las Neveras (1.859 m.). Durante esta subida, disfrutamos de la nieve caída estos últimos días, y la cuál estaba todavía sin pisar.
Desde el "Alto de las Neveras", se observaba el "Pico Torocuervo" y apreciabamos perfectamente lo que nos quedaba por andar, primero una pequeña bajada, la cuál aprovechamos para coger fuerzas y subir de una tirada a lo más alto de la excursión, el Pico Torocuervo, de 1.934 m.
La subida fue tranquila, despacio pero sin pausa, ya que la nieve, en algunos puntos, se nos acumulaba hasta la rodilla. Agradecimos mucho a los primeros senderistas, que iban abriendo camino, facilitando en gran manera la subida del resto de caminantes.
Por fin subimos a la cumbre, y trás la foto grupal en la cima, se acercaba la hora de almorzar, por lo que descendimos hasta el collado de Iguareña, igualmente, la gran cantidad de nieve, amortiguaba nuestra bajada.
Una vez en el collado, y junto al refugio del mismo nombre, sacamos nuestros almuerzos, para coger fuerzas y regresar de nuevo a Valgañón.
Tras almorzar, y recuperadas las fuerzas, subimos un par de pendientes, para llegar a la tercera cumbre del día, el alto de Corcusa de 1.524 m. desde el que se apreciaba Ezcaray a lo lejos, asi como la Sierra Cantabria, que por la mañana costaba más diferenciarla.
Después de alguna foto más en Corcusa, bajamos hasta el puerto de la Pradilla, desde el cuál, a través del Acebal de Valgañón, llegamos al pueblo, sobre las 15:30 horas, y una vez cambiados de ropa y zapatillas, y con nuestro bocadillo en la mano, nos dirigimos hacia nuestra merecida cerveza, para dar por concluida la excursión del domingo.
Un gran día, en el que el tiempo nos respetó, y disfrutamos de la compañía de los 18 senderistas que hicimos la marcha.
Como despedida, indicar que camino a casa, ya en nuestros vehículos, aprovechamos la ocasión para comprar algún queso y yogur en la quesería de Zorraquín, que nos había recomendado algún compañero y que igualmente recomiendo.
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